Seguro que no voy a descubrir nada si digo que quien miente mientras avanza suele encontrarse con la verdad en el camino.
Los partidos políticos que practican la tozudez como posicionamiento político (más de sus líderes que de sus bases) terminan por rectificar y cambiar de orientación, porque la verdad o lo real los despierta en un momento u otro de su recorrido.
Los partidos políticos que practican la ambigüedad calculada, siempre disfrutan de unas oportunidades que por su capacidad o mérito político real nunca merecen, pero que siempre reciben.
Los partidos políticos que practican la pureza ideológica tiene la admiración de todo el mundo, pero el apoyo de muy pocos, porque carecen de la flexibilidad mínima para generar consensos de confianza.
Los partidos políticos que practican la mentira como medio ideológico para cerrar el paso a la verdad son los herederos de todo lo que se opone a la libertad, a la convivencia y a la solidaridad activa, son fundamentalmente oportunistas cíclicos que adaptan sus mensajes deformados y deformadores de la realidad como único argumento para conseguir que la mentira muchas veces repetida parezca una verdad, que además si se expresa con matices de violencia racista o tintes xenófobos o carga de pertenencia étnica encuentra eco en aquellos que jamás aportaron nada a la sociedad colectiva.
Ningún partido político en la moderna democracia ha contribuido más, y con más interés, a crear independentistas en Catalunya que el PP y los poderes que domina y le son leales, ideológicamente hablando.
Ningún partido político de la moderna democracia ha contribuido a crear más nacionalistas españoles que ERC, la ambigüedad de CiU y la inseguridad de los socialistas catalanes de base.
Aunque estoy convencido de que los partidos políticos y los políticos son imprescindibles para administrar los destinos de los pueblos, también estoy convencido de que utilizando el irrenunciable derecho de libertad de expresión y de posición tengan la intención de mandar a hacer puñetas a la gente que reflexiona y piensa lo mismo que yo, que no es otra cosa que los partidos políticos han hecho desaparecer de su praxis los sentimientos, los ideales, la vocación, la rectitud, los compromisos, etc., etc., cambiándolo todo por máquinas de preparar campañas electorales, algunas con antelación de cuatro años.
Hay una realidad que no me voy a permitir ocultar aunque me acusen de interesado políticamente.
¿Os acordáis que hace tan sólo unos meses había en nuestro país un Gobierno Tripartito? Un Gobierno que, en honor a la verdad, hizo más en cuatro años por las clases populares, por las ciudades más deprimidas que Pujol en 23 años, ese que ahora vota independencia y al que su socio (Unió) le ha recordado que si lo hubiera dicho antes a los ciudadanos, nunca habría sido President.
Como decía, el Gobierno Tripartito fue vilipendiado despiadadamente por todos los medios afines a la derecha, tanto la moderada como la radical, y fue atacado sin piedad por una oposición de la misma orientación ideológica desde la mentira intuitiva, es decir, sabiendo la realidad tanto en aquel presente como en aquel futuro y practicando la mentira como proyecto progresista en la que los recursos sociales jamás serían recortados.
Sólo han tenido que pasar tres meses para demostrarnos:
A) Que mentían cuando decían que ellos conocían la realidad y tenían soluciones.
B) Que a la ideología de los que hoy gobiernan (CiU) le da sarpullido ideológico aplicar medidas que rocen los intereses de sus bases y apoyos ideológicos.
Se han implementado medidas duras de recortes a la sanidad, la enseñanza, la calidad social de la sociedad civil, las ayudas a los más desfavorecidos y posiblemente serán implementadas más duramente en el corto plazo, porque el prometo y prometo mientras lo … y después de … nada de lo prometido forma parte de lo que algún partido político practica para ganar elecciones:
- ¿Es independentista CiU?, NS NC
- ¿Qué medidas económicas plantean CiU y PP? NS NC
Es decir, el no sabe, no contesta es su mayor bagaje ideológico, pero que le da rentabilidad de votos.
Eso me lleva a la conclusión ¿qué creen que hará el PP si gana las elecciones generales?, como dicen que dicen los medios que lo dicen que son los mismos que dicen los que dicen lo que estos quieren que se diga, que no es otra cosa que la mayor tomadura de pelo que ha sufrido España y sus ciudadanos de buena fe.
· ¿Mejorará las pensiones?
· ¿Mejorará la sanidad?
· ¿Mejorará la enseñanza a los más desfavorecidos?
· ¿Mejorará la calidad de vida laboral?
· ¿Mejorará las oportunidades de nuestros mayores?
· ¿Mejorará el crecimiento de nuestros mercados?
Iluso el que lo crea.
Podríamos seguir mencionando recortes sociales porque eso es lo que haría posible reducir el déficit del Estado sin tocar los privilegios de los que crearon o contribuyeron a crear la actual crisis, cuyo virus se inoculó en 1996 (¿gobernaba el PP por casualidad en aquel tiempo?).
Cuando el converso señor Aznar, defensor de las esencias constitucionales del Estado (que en su día no había apoyado), gritó mediante su política de crecimiento “España es un solar” y algunos banqueros le aplaudieron ofreciendo hipotecas de medio siglo para comprar las construcciones del solar ofrecido, nada menos que España y fundamentalmente las Comunidades gobernadas por gobiernos del PP, sembró la simiente de la diferencia de la crisis española con la mundial, porque el resto es tan universal que sólo hay dos opciones, moderar el gasto público y subir los impuestos a quienes más beneficios y riqueza obtienen en el ejercicio de sus legítimas y honorables actividades.
Hoy es el señor Rajoy el que hace de Aznar, pero de “Aznar el vago y el astuto”, que no tiene el más mínimo rubor en no hacer nada y manifestar a través de sus acólitos más cercanos, actores impecables de la mentira, que España con el PP tiene futuro.
Sólo hay que verles la cara cuando se dirigen a los ciudadanos para observar el rictus de odio y rencor que expresan hacia todos los que representan el Estado de Bienestar Social.
Si los trabajadores y clases populares no reaccionamos España volverá a estar gobernada por un partido que ha hecho de la mentira repetida una de sus más efectivas cartas de presentación, porque lo que se dice medidas posibles, creíbles, eficaces, eficientes, equilibradas y sostenibles para los ciudadanos no han presentado ninguna, óiganlo bien, NINGUNA.