martes, 3 de mayo de 2011

LA JUSTICIA JUSTA

Siempre he tenido fe inquebrantable en la Administración de Justicia, después, claro está, de haber aprobado la Constitución Española de donde emana la división de poderes del Estado de Derecho.
No obstante, desde hace algún tiempo, siento una sensación de escepticismo doloroso porque cada vez se me hace más difícil entenderla en su praxis y cada vez se me hace más difícil comprenderla en sus procedimientos.
La Justicia no debería nunca servirse, ni tolerar la dificultad que en sus procedimientos contiene para favorecer a los ciudadanos en función del saber o poder que éstos tengan, para encontrar puertas de escape que sólo los poderosos encuentran asesorados por legiones de subsidiarios a los que les importa muy poco de donde salen los recursos económicos que perciben por sus minutas.
La Justicia debería eliminar de su código todo lo que discrimina por razones de raza pudiente o de representación ideológica y política, y establecer mecanismos sencillos, claros y, sobretodo, contundentes para esclarecer con pruebas siempre todo proceso que crea alarma social, no por el hecho en sí, sino por los distintos y, a veces, disparatados finales que hay que aceptar porque son irrefutables.
Yo quiero creer, y además creo, que la Justicia es justa, como también creo que quienes la administran son humanos con sentimientos, ideologías, caracteres, emociones, capacidades y, también, presionables por las campañas mediáticas que se montan sin ningún escrúpulo entorno a ellos.
A mi me quedó grabada la escena de la película Los Juicios de Núremberg en la que un juez norteamericano (Spencer Tracy) le espetó en la cara al primer magistrado de la justicia de la Alemania nazi (Burt Lancaster): “usted cuando condenó a muerte a un hombre inocente sólo por ser judío, fue el principal valedor del resto de los 6.000.000 de condenas”. Puedo asegurar que el mensaje es tan nítido que, aunque provenga de una película, yo lo hago siempre mío, porque la Justicia es un pilar del Estado de Derecho y sin él, o inclinado hacia un lado o hacia otro, no es Justicia.
¿Cómo se puede justificar de forma que el pueblo llano lo entienda, que puede ser juzgado un juez por una posible prevaricación (que es muy grave) respecto del caso Gurtel, cuyas escuchas han sido anuladas, antes que el propio caso Gurtel?
¿Cómo se pueden dilatar tanto los juicios cuyos casos crean alarma social pero que proceden de tramas organizadas, mientras se suceden los juicios paralelos en los medios de comunicación, cuya carnaza proviene de las dudas que generan las dilaciones y los retrasos que proporcionan las argucias de los subordinados de los poderosos?
No creo en la justicia de aquellos que mediante la anulación de pruebas, que demuestran la veracidad de su contenido, hacen uso y, a veces, mal uso para desviar los procesos hacia el camino de la dilación o anulación.
Yo creo en la Justicia que no discrimina y reacciona contra los que la bordean para retrasar o anular un delito.

lunes, 18 de abril de 2011

¿DEMASIADA CONCIENCIA?

De los actos de las personas, sólo son culpables las personas, y aunque haya responsabilidad de terceros, nada puede hacer que la culpabilidad, cuando la hay, pueda esfumarse como si de humo se tratara.
Algunas “personas” saben de eso mucho y en lugar de defender su honorabilidad, en el supuesto que ésta se mantenga y no se haya evaporado como el humo, se dedican a construir historias sobre los demás, que son tan burdas y de tan poca calidad que descubren toda la bajeza intelectual que poseen.
Yo creo que el tiempo, que es el juez más severo que existe, siempre pone a cada uno en su justo lugar y seguro que yo estaré en este instante arrepintiéndome de alguna cosa que hice de forma equivocada. Se me ocurre sobre todo una, el haber estado tantísimos años oliendo cerca de mi la prepotencia, la falsedad, los miedos ancestrales a perder privilegios, las maquinaciones mezquinas de algunos que, incrustados como lapas en los órganos de dirección de un partido centenario, crearon conscientemente el reduccionismo más denigrante para su propia ciudad en favor del maximalismo de otra ciudad en el plano de la representatividad supramunicipal que nos superó en todo durante muchísimo tiempo, sin que por ello tengamos que perder el respeto a esa gran ciudad cercana y hermana.
De eso, y de algunas otras cosas más, tengo que decir, lo siento me equivoqué, por ser tan permisivo con esta gente, que abusando de unos sentimientos que ellos no tenían, conseguían siempre aquello que se proponían mediante el engaño y la maquinación. Lo siento por no descubrir antes a que jugaban algunos jugadores que aparentaban ser del mismo color y sensibilidad que yo. Lo siento por todos los compañeros que compartiendo ideales y principios apoyaron siempre mi liderazgo, que terminaba siempre dando soporte a las alternativas que otros llamaban equilibrios orgánicos.
Por cierto estuve muchos años sin saber qué era eso de los equilibrios orgánicos, y es verdad que cuando me enteré sufrí uno de los desengaños más importantes de mi vida como militante socialista, cómo también desde ese momento dejé de ser un militante cautivo de la disciplina orgánica para proponer algo tan expresivo como la siguiente frase “clave local” que en la Agrupación de Badalona todos los militantes saben que fue acuñada para avisar a los navegantes de que se acabó la Badalona ninguneada.
Esta frase propició algún cambio importante para aquellos que no renunciaban a seguir dirigiendo desde dentro consignas de fuera, porque eso significaba pérdidas de privilegios orgánicos y de representación y, por primera vez en la historia reciente, el socialismo democrático de Badalona se impuso a las capillas que algunos hoy critican tanto, habiendo sido ellos, sino inventores sí coinventores de estos procesos.
Y por último, y en este caso no es para disculparme sino todo lo contrario, estoy orgulloso de pertenecer a un numeroso y selecto grupo de socialistas de Badalona que me aportan su apoyo desde todos los ángulos sociales, y me siento aún mucho más orgulloso de haber contribuido, junto con un extraordinario grupo de trabajadores, a crear una empresa que administra y gestiona alrededor de 122.000.000 de euros, que da trabajo a 1.600 trabajadores y que todo el capital social está en poder de los propios trabajadores cuya participación individual más alta es el 1,53% del capital social.
Éstas son en principio las cartas de presentación de un afiliado, militante y proselitista activo del socialismo democrático de Badalona que ha llevado hasta sus últimas consecuencias y hasta hoy los principios fundamentales de la organización que le dio su razón de ser ideológicamente (U.G.T.) y que se siente orgulloso de pertenecer a ella a pesar de las contradicciones que el destino me ha deparado.
Quien quiera saber algo de mi que me busque, me pregunte y que valore, porque siendo así será siempre una verdad documentada con otra verdad autorizada.

SENSACIONES

Comienzo a sentir cercano mi deseo
de abrigar con mi manto el desencanto,
que producen los vientos
que no esperas
al llegar las primaveras más severas.
Comienzo a creer en quien me cree,
espero no tener desesperanzas,
deseo que lo ropa que yo llevo
les vaya bien en talla y en abrigo.
Entre otros y yo nos ilustramos de danzas
que por suerte ya pasamos
porque hoy nuestra presencia todavía
entre baile y baile aportamos vida.
Asustados nos tienen los que vienen
Sorprendidos están los que ya están
Inquietos por no saber los acertijos
que el tiempo, por ser tiempo inescrutable,
envuelto se presenta en celofán .
Comienzo a sentir desasosiego
me inquieta el tiempo que se dan
el mal de taifas fueron sus reinos
el resultado, puede no importar.
Quiero sentirme fuerte como el viento,
ligero de hábitos y ataduras pasadas,
lleno de nuevas formas de aportar
el grano de arena que vale mi libertad.

Gaviota

miércoles, 13 de abril de 2011

COSAS MÍAS

Seguro que no voy a descubrir nada si digo que quien miente mientras avanza suele encontrarse con la verdad en el camino.
Los partidos políticos que practican la tozudez como posicionamiento político (más de sus líderes que de sus bases) terminan por rectificar y cambiar de orientación, porque la verdad o lo real los despierta en un momento u otro de su recorrido.
Los partidos políticos que practican la ambigüedad calculada, siempre disfrutan de unas oportunidades que por su capacidad o mérito político real nunca merecen, pero que siempre reciben.
Los partidos políticos que practican la pureza ideológica tiene la admiración de todo el mundo, pero el apoyo de muy pocos, porque carecen de la flexibilidad mínima para generar consensos de confianza.
Los partidos políticos que practican la mentira como medio ideológico para cerrar el paso a la verdad son los herederos de todo lo que se opone a la libertad, a la convivencia y a la solidaridad activa, son fundamentalmente oportunistas cíclicos que adaptan sus mensajes deformados y deformadores de la realidad como único argumento para conseguir que la mentira muchas veces repetida parezca una verdad, que además si se expresa con matices de violencia racista o tintes xenófobos o carga de pertenencia étnica encuentra eco en aquellos que jamás aportaron nada a la sociedad colectiva.
Ningún partido político en la moderna democracia ha contribuido más, y con más interés, a crear independentistas en Catalunya que el PP y los poderes que domina y le son leales, ideológicamente hablando.
Ningún partido político de la moderna democracia ha contribuido a crear más nacionalistas españoles que ERC, la ambigüedad de CiU y la inseguridad de los socialistas catalanes de base.
Aunque estoy convencido de que los partidos políticos y los políticos son imprescindibles para administrar los destinos de los pueblos, también estoy convencido de que utilizando el irrenunciable derecho de libertad de expresión y de posición tengan la intención de mandar a hacer puñetas a la gente que reflexiona y piensa lo mismo que yo, que no es otra cosa que los partidos políticos han hecho desaparecer de su praxis los sentimientos, los ideales, la vocación, la rectitud, los compromisos, etc., etc., cambiándolo todo por máquinas de preparar campañas electorales, algunas con antelación de cuatro años.
Hay una realidad que no me voy a permitir ocultar aunque me acusen de interesado políticamente.
¿Os acordáis que hace tan sólo unos meses había en nuestro país un Gobierno Tripartito? Un Gobierno que, en honor a la verdad, hizo más en cuatro años por las clases populares, por las ciudades más deprimidas que Pujol en 23 años, ese que ahora vota independencia y al que su socio (Unió) le ha recordado que si lo hubiera dicho antes a los ciudadanos, nunca habría sido President.
Como decía, el Gobierno Tripartito fue vilipendiado despiadadamente por todos los medios afines a la derecha, tanto la moderada como la radical, y fue atacado sin piedad por una oposición de la misma orientación ideológica desde la mentira intuitiva, es decir, sabiendo la realidad tanto en aquel presente como en aquel futuro y practicando la mentira como proyecto progresista en la que los recursos sociales jamás serían recortados.
Sólo han tenido que pasar tres meses para demostrarnos:
A)   Que mentían cuando decían que ellos conocían la realidad y tenían soluciones.
B)   Que a la ideología de los que hoy gobiernan (CiU) le da sarpullido ideológico aplicar medidas que rocen los intereses de sus bases y apoyos ideológicos.

Se han implementado medidas duras de recortes a la sanidad, la enseñanza, la calidad social de la sociedad civil, las ayudas a los más desfavorecidos y posiblemente serán implementadas más duramente en el corto plazo, porque el prometo y prometo mientras lo … y después de … nada de lo prometido forma parte de lo que algún partido político practica para ganar elecciones:
  • ¿Es independentista CiU?, NS NC
  • ¿Qué medidas económicas plantean CiU y PP? NS NC

Es decir, el no sabe, no contesta es su mayor bagaje ideológico, pero que le da rentabilidad de votos.
Eso me lleva a la conclusión ¿qué creen que hará el PP si gana las elecciones generales?, como dicen que dicen los medios que lo dicen que son los mismos que dicen los que dicen lo que estos quieren que se diga, que no es otra cosa que la mayor tomadura de pelo que ha sufrido España y sus ciudadanos de buena fe.
·         ¿Mejorará las pensiones?
·         ¿Mejorará la sanidad?
·         ¿Mejorará la enseñanza a los más desfavorecidos?
·         ¿Mejorará la calidad de vida laboral?
·         ¿Mejorará las oportunidades de nuestros mayores?
·         ¿Mejorará el crecimiento de nuestros mercados?

Iluso el que lo crea.

Podríamos seguir mencionando recortes sociales porque eso es lo que haría posible reducir el déficit del Estado sin tocar los privilegios de los que crearon o contribuyeron a crear la actual crisis, cuyo virus se inoculó en 1996 (¿gobernaba el PP por casualidad en aquel tiempo?).

Cuando el converso señor Aznar, defensor de las esencias constitucionales del Estado (que en su día no había apoyado), gritó mediante su política de crecimiento “España es un solar” y algunos banqueros le aplaudieron ofreciendo hipotecas de medio siglo para comprar las construcciones del solar ofrecido, nada menos que España y fundamentalmente las Comunidades gobernadas por gobiernos del PP, sembró la simiente de la diferencia de la crisis española con la mundial, porque el resto es tan universal que sólo hay dos opciones, moderar el gasto público y subir los impuestos a quienes más beneficios y riqueza obtienen en el ejercicio de sus legítimas y honorables actividades.
Hoy es el señor Rajoy el que hace de Aznar, pero de “Aznar el vago y el astuto”, que no tiene el más mínimo rubor en no hacer nada y manifestar a través de sus acólitos más cercanos, actores impecables de la mentira, que España con el PP tiene futuro.
Sólo hay que verles la cara cuando se dirigen a los ciudadanos para observar el rictus de odio y rencor que expresan hacia todos los que representan el Estado de Bienestar Social.
Si los trabajadores y clases populares no reaccionamos España volverá a estar gobernada por un partido que ha hecho de la mentira repetida una de sus más efectivas cartas de presentación, porque lo que se dice medidas posibles, creíbles, eficaces, eficientes, equilibradas y sostenibles para los ciudadanos no han presentado ninguna, óiganlo bien, NINGUNA.

martes, 12 de abril de 2011

Poesía

NO TE OFENDAS, HERMANO

Trozos de libertad se escapan
de las manos de los hombres.
Espacios de soledad que acechan
a la libertad deshecha
con impotencia y con hambre.
Esperan los impacientes
a que lleguen los creyentes
con tantas falsas promesas
que nos obstruyen la mente.
Profetas de mentideros,
urnas de cartón opacas,
libros escritos con prosa,
que están escritos con broza
que depuran los dientes
de los buitres entre dientes.
Fantasmas del viejo siglo,
que amenazan al presente,
torrente de incomprensiones
que van vaciando prisiones
de fanáticos cautivos
por la libertad prendidos
por la vida reprimidos
portadora de cartón hecho a mano
entre destinos mezclados
entre colores preciosos
entre hombre y hambre humana
los trozos de libertad
se escapan de vuestras manos.

Gaviota

Deporte

C.F. BADALONA RESISTENCIA “OLÍMPICA”
Hoy me ha sorprendido ver en la primera página de un diario de Badalona el futuro “otro” campo municipal de fútbol, tanto como me sorprendió en otro momento ver el pabellón olímpico, aunque, la verdad, entre una sorpresa y la otra es notoriamente diferente en el grado de satisfacción que me han llegado a producir.
El pabellón “Municipal” que, aunque sea olímpico, es municipal se fraguó y se ejecutó en un espacio de tiempo brevísimo y sobre todo, con su ubicación perfectamente calculada para que el tiempo marcara su efectividad programada. Hoy nadie se sorprende de la actual fotografía que ofrece el panorama central del pabellón municipal de básquet y, porque no decirlo, nadie se sorprende de lo que ha costado hacerlo, y no estamos hablando sólo de “euros”, en cualquier caso, enhorabuena a los gestores de la operación por su sagacidad y capacidad de ver el futuro para esta ciudad con carencias de todo.
El campo de fútbol se fraguó desde la falsa promesa y desde la más filibustera mentira, gastando ciento y algún millones de erario público en un proyecto que jamás nadie tuvo la más mínima intención de ejecutar. Recuerdo como si fuera hoy mismo, que un concejal de Convergencia i Unió me dijo cuando inaugurábamos el campo de entrenamiento:
-       Míratelo bien Fermín, porque esto es lo que será posible hacer, el resto es una obra megalómana, imaginada por dos megalómanos que jamás aprobarán que se levante un tocho más para el estadio de fútbol.
Pero aún así, el campo se fraguó desde la vergüenza de no tener un campo municipal de fútbol digno, donde el club que representaba dignamente a esta ciudad no tuviera que seguir jugando liguillas de ascenso en seis campos distintos y con ello el fútbol pudiera desarrollar sus potencialidades, que en aquel momento eran fuertísimas.
Realmente, en aquel momento había un temor y un miedo escénico incomprensible por algunos sectores de la población que incomprensiblemente veían al fútbol como una competencia con el otro icono deportivo de la ciudad, que ni existía, ni existe, ni existirá, porque son dos deportes que pueden ser vecinos amables con unas relaciones de interés complementarias de un valor incalculable y que fruto de esa resistencia incomprensible y corta de miras no se produjeron el tiempo propicio en el que se debería haber dado.
Es ciertamente la constatación de esta vergüenza, la que hizo que un hombre llamado Jordi Serra, Alcalde de Badalona durante los últimos tres años, pusiera monos a la obra y movilizara voluntades para que el campo municipal fuera una realidad posible y no un proyecto faraónico imposible.
No sé si el Alcalde Serra reconoce con su actitud las desigualdades de trato que desde la administración ha recibido el Club de Fútbol Badalona y no sólo en el terreno deportivo, sino entre entidades, porque éstas han sido todavía más visibles, sobre todo para aquellos que quieren ver la verdad aunque les escuezan los ojos, pero si no las reconoce lo mismo da, él ha cumplido con su compromiso y de momento el tiempo administrativo está dejando paso al tiempo ejecutivo y eso es de agradecer en un tiempo en el que de los compromisos políticos sólo se cumplen aquellos que uno recuerda cuando ya no se necesitan.
No he mencionado nada de lo que al C.F. Badalona le ha costado o le va a costar el que se construya el campo municipal, eso lo dejaré para otro capítulo, porque desde la vocación por la verdad, ésta ha de aparecer transparente en cada momento y sobre todo porque faltan las etapas más importantes que consumir y las que nos dirán si merece la pena continuar con el esfuerzo que al club le exigen los compromisos incumplidos por otros.

lunes, 4 de abril de 2011

POLITICA

¿CÓMO SE GASTAN LOS DINEROS PÚBLICOS?
Una reflexión que tenga como objetivo crear opinión sobre algo, siempre ha de mantener un tono racional y, sobre todo, creíble, en cuanto a su expresión dialéctica. Pero, si además ésta se hace por escrito, ha de ser sin paliativos, razonablemente creíble y objetiva.

Ha caído en mis manos la revista Bétulo que, como todos sabemos, es una revista que trata de informar a los ciudadanos de Badalona de los procesos que se llevan a cabo en la ciudad, y eso era lo que se pretendía que fuera, cuando quienes decidieron construirla, la dotaron de un presupuesto económico emanado de los recursos públicos que generan los impuestos de todos los ciudadanos de Badalona. Hasta aquí, nada que objetar.

No obstante, la revista Bétulo, tiene una enorme debilidad, cuando a la fortaleza del por qué se planteó, se la examina de cerca y se observa la mala utilización que algunos hacen de ella. Yo siempre he estado en contra de los recuadros donde los grupos expresan sus posiciones, porque desde el primer momento fue la plataforma partidista desde la que se juega al pim, pam, pum contra el gobernante, sin dar una sola alternativa a sus propias críticas contra el gobierno, y donde todos juegan el papel partidista del todos controlados.

Yo no sé si eso es justo, en tanto y cuanto los euros que cuesta la revista Bétulo los pagamos, como tantas otras cosas, los contribuyentes.

Miren, yo me niego a creer que no seamos capaces de tener un mínimo de decoro a la hora de establecer mecanismos de control sobre los gastos públicos, pero todos los gastos, y en todas sus facetas, para establecer las garantías de higiene democrática correcta.

Los ciudadanos queremos estar informados de la gestión que el gobierno de la ciudad ha impulsado en ella. Queremos saber quién ha apoyado esa gestión y porqué. Queremos saber quién no la ha apoyado y porqué; y qué alternativa a lo hecho, tiene o proponía.

Pero, lo que no nos interesa, en absoluto, y lo repudiable al 100% es que se utilice dinero público para hacerse campaña electoral, durante los cuatro años que ha permanecido en la oposición; y que, además nos trate poco menos que de analfabetos, cuando manifiesta que: ”mejorará la inseguridad ciudadana -que sólo él ve – cuando solucione los problemas que crean determinados colectivos, - y por último – cuando repare el estado de muchas calles”. Entonces será cuando, por arte del “Mesías Albiol” (PP), cambiaremos la historia de Badalona.

Hombre, es cierto que Badalona tiene problemas, pero, no menos que otras ciudades.

Lo que ocurre es que a Badalona se le ha añadido un grave problema, y es que, desde hace algunos años, alguien puso el huevo de la mentira (y algunos rendimientos da), sobre todo aquellos alumnos adelantados de Goebbels que manifestaba con orgullo que había que repetir y repetir una mentira, para que pareciera verdad, si se quería conseguir un objetivo que, como en este caso, se trata de conseguir la alcaldía para cambiar la historia de Badalona, poniendo más policía, restringiendo libertades y poniendo más parches en las calles.

Y por eso, y porque para propagar esas mentiras se utiliza un medio pagado con recursos públicos que son de todos los ciudadanos con obligaciones tributarias, y de los que no tienen esas obligaciones por carecer de recursos, por eso me voy a revelar contra esta forma que pareciendo legal, es una tomadura de pelo aplicada a la fuerza.

viernes, 25 de febrero de 2011

A MODO DE PRESENTACIÓN



Alguien dijo y no fui yo “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Esta frase y aquellas personas a las que va dirigida como simbolismo de poder en épocas remotas, (hoy irreconciliables, al menos uno de ellos, por el paso del tiempo) resumen al máximo lo que deberíamos entender por ser justos.

Porque por mucho que intentemos justificar nuestra participación en algún hecho injusto nunca será justificable desde el punto de vista de la conciencia ética, tanto individual como colectiva.

Soy Fermín Casquete Álvarez nacido en un pueblecito de Valladolid, en el seno de una familia muy numerosa (11 hermanos) con unos valores democráticos intensamente practicados en el seno de la familia desde antes que la democracia nos iluminara a todos y pudiéramos elegir nuestras opiniones desde las que pudiéramos defender y practicar estos valores.

Por ello es injusto que desde el desconocimiento o el resentimiento se me insulte, porque es un insulto llamar y clasificar a alguien de lo que no es y que jamás lo sería teniendo capacidad de discernir y de decidir.

Soy socialista y activista convencido, pro derechos humanos y mi contribución personal a la lucha contra las desigualdades sociales se pueden seguir a través del tiempo que ha pasado desde que tengo uso de razón hasta el momento en que estoy escribiendo esta síntesis.

Hay quienes, en lugar de intentar conocer mi origen, para ser justos en sus apreciaciones sobre mi, se dedican a inventarse mi identidad, sólo se les puede tildar de ignorantes y lacayos de una inteligencia maligna que está al servicio de la más repugnante de las acciones humanas: la calumnia, como argumento para destruir la honorabilidad de las personas.

He de reconocer que mi persona no ha pasado nunca desapercibida allá donde he desarrollado mis actividades y por ello, como el 99’99 % de los mortales tengo mis defensores y también mis detractores. Confieso, que mientras mis defensores lo hacen porque conocen mi forma de ser y de trabajar por la sociedad en cada una de las actividades que han compartido conmigo; los detractores, que son menos, y puedo constatar que la gran mayoría de ellos cambian en positiva su apreciación sobre mi cuando me conocen y comprueban la realidad, porque se da la curiosidad de que hablan y se manifiestan sobre mi sin conocerme para nada.

De mi pueden hablar con conocimiento de causa los compañeros de trabajo donde he desarrollado mi profesión y algunos dirán que no les gusta mi forma de ser porque era un negociador empedernido y ellos preferían utilizar siempre la presión como herramienta negociadora, otros, curiosamente la mayoría, dirán de mi cosas que ruborizarían al más engreído de los mortales y todo esto es demostrable porque la mayoría de las personas que han trabajado conmigo viven todavía y por mucho tiempo.

No obstante, entiendo, aunque no lo comparto para nada, que mis detractores, aquellos que sí me conocen, lo hagan por rencor, porque la verdad, a muchos de ellos les desmonté democráticamente su chiringuito mediante el liderazgo que me otorgaban los trabajadores de la empresa una y otra vez después de la apertura democrática y cuando se podían elegir sin caretas extrañas. Nunca, y digo nunca, fui delegado sindical del viejo y caduco sistema represor de la dictadura, algunos de mis detractores, escudándose en la revolución trabajaron con la involución, sí, trabajaron con ella aunque desde el disfrute de dinamiteros, según las doctrinas existentes de aquellos tiempos.

Nunca he militado en ningún otro sindicato que no haya sido la UGT, a pesar de los agentes especiales de reclutamiento que me proponían participar en la gran revolución obrera que ellos programaban mientras algunos negociaban su futuro con cada empresario de turno.

Jamás negocié nada para mi que no estuviera reglado para mis compañeros o trabajadores que representaba, llegando incluso a renunciar a mi futuro para no poner en peligro el suyo.

En fin, tengo en la mochila muchos recuerdos que podrían afectar a algunos detractores, pero creo sinceramente que no merece la pena porque nadie se beneficiaría de ver como algunos de ellos llevan más de 35 años moviéndose y removiéndose en su propia materia orgánica y para colmo alimentándose del erario público algunos de ellos.

En los finales de los años 70 fui elegido el máximo responsable de la UGT de la Comarca del Barcelonés Nord con el firme compromiso de unificar agrupaciones y sindicatos en estructuras afines y eficientes para dar respuestas a los trabajadores que estaban sufriendo los zarpazos de la crisis.

Nuestra representación sindical en las empresas era por aquella época bajísima y cada delegado que éramos capaces de convencer para nuestras siglas era toda una hazaña, sin embargo, con nuestra capacidad de generar equipos de trabajo y, sobre todo, de construir ideas para mejorar la situación de los trabajadores pudimos darle la vuelta a la representación sindical en relación a nuestra representatividad en las empresas, pasando de un escaso 10% hasta conseguir llegar a ser la central sindical mayoritaria con un 42’3 % al final de los mandatos que, uno tras otro, me iban proponiendo mis compañeros de UGT como Secrertario General de la Unión General de Trabajadores de Barcelonés Norte, Vallés Oriental y Maresme.

En verdad, fueron 17 años de plenitud en los que se sucedieron tantos y tantos acontecimientos que no voy a enumerar porque la gran mayoría los viví directamente pero en esta mi presentación solo quiero despejar dudas de quien soy y como soy, al tiempo que manifiesto mi voluntad de atender y entender las dudas que pueda generar mi personalidad que, por descontado, no tengo ningún interés en modificar el criterio de quienes me conocen y por resentimiento se inventan otro yo para demostrarnos con ello la clase de personajes que son.

Tengo que manifestar que mi pensamiento ideológico tiene sus raíces en el socialismo humanista y mucho antes que sindicalista fui socialista por razones de referencia genética.

No obstante, entre mi pertenencia a un sindicato, el único en mi vida al que elegí para desarrollar mi humilde aportación a la gran tarea de erradicar las desigualdades sociales, que no es otro, aún en el día de hoy, que la UGT y mi afiliación primero al PSOE y posteriormente al PSC fruto de la acertada unidad del socialismo catalán, no media tiempo alguno, entendí siempre las dos instancias que los trabajadores teníamos que recorrer, para conseguir los objetivos programáticos del movimiento obrero comprometidos con el socialismo democrático.

Es cierto, y quien me conoce lo sabe, que no he querido ser abanderado nunca de ideas contranatura y para mi, todo lo que sea forzar la voluntad mayoritaria por la vía de la imposición me parece una acción indigna, ya sea en el Estado, en las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos y como no, en cualquier organización de la sociedad civil.

Por ello, siempre que pueden, los enemigos de la coherencia, los contrarios a la verdad, los que se creen tocados de la mano poderosa de lo invisible, en definitiva, todos aquellos que no pueden trabajar en silencio, ni crear riqueza para la sociedad sin construirse un traje de notoriedad para ser reconocidos, se obstinan en hacerme una fotografía que no se corresponde con la realidad ni de cerca ni de lejos.

Sin embargo, confieso que soy muy poco dado a dar concesiones para la galería y que cada proceso que cuenta con mi participación siempre tiene que terminar con el sello del consenso impreso, porque si no es así, sencillamente me aparto del proceso y me dedico a proyectar el respeto a lo acordado.

Intento administrar los tiempos de acuerdo con mi capacidad de intuición y, por ello, cuando me propusieron la máxima representatividad de la UGT en la comarca no dije si inmediatamente, al contrario, construí un programa sin una sola contradicción con el emanado de los Congresos, le fijé un tiempo para cumplirlo, lo presenté y me dijeron adelante.

Cuando el Barcelonés tenía una deficiencia total en el transporte público de superficie y un grupo de trabajadores vino a darme a conocer sus problemas laborales, rápidamente me puse a su servicio, a pesar de que no teníamos representación alguna en la empresa que realizaba el servicio.

Puse a trabajar a un equipo de sindicalistas en la investigación del sector de transportes y, concretamente, de transporte urbano de superficie y ello me llevó a presentar unas conclusiones a los 136 trabajadores que en aquel momento tenía la empresa, de los cuales, curiosamente, adscritos al servicio sólo tenían asegurado su puesto de trabajo 68.

Con esta situación real tuvimos que trabajar y nos dotamos de un plan para presentar a los trabajadores que tenía dos alternativas claramente diferenciadas, la alternativa A) tenía como objetivo la conservación del máximo de puestos de trabajo que debería absorber la empresa que se hiciera cargo de la explotación del servicio, presumiblemente Transportes de Barcelona como defendían los afiliados a Comisiones Obreras, aunque otras empresas, conocidas por todos, estaban interesadas en explotar el servicio una vez el metro llegara a Badalona. La alternativa B) consistía en presentar a los trabajadores un plan para construir una Sociedad Anónima Laboral en la que el Capital Social fuera enteramente propiedad de los trabajadores a partes iguales. Esta idea fue profundamente debatida y discutida y finalmente fue apoyada por más del 80% de los trabajadores y el fruto de ella es lo que hoy es TUSGSAL.

Sin embargo, lo que más ha trascendido no es la verdad sobre esta empresa, ni la bondad de sus prestaciones sociales, ni siquiera como está compuesto su accionariado, lo que más trasciende es que su Presidente, que soy yo, y cuya participación en el capital social de la empresa es del 1’53% es el propietario, y no sé que más barbaridades.

Yo sólo puedo manifestar que nada ha cambiado desde que formulé la propuesta en 1983 y que el resultado es el que es porque la grandísima mayoría de los componentes han remado a favor de la corriente que aquel plan contenía y no voy a negar las dificultades, ni los momentos difíciles por los que como máximo responsable me ha tocado vivir. Pero puedo asegurar que el magnífico grupo humano que siempre me ha arropado en todos mis planteamientos sabían donde íbamos, saben donde estamos y, lo más importante, saben donde nos dirigimos después de 25 años.

Cuando me propusieron ser presidente del C.F. Badalona hice exactamente lo mismo, estudié la situación, que era horrible, propuse mi opinión, creé un programa de actuación y conseguí el apoyo de la mayoría que me eligió para liderar el nuevo y resurgente Club de Fútbol Badalona.

Lo que ha trascendido de nuestra gestión sólo es una brevísima síntesis de la realidad y otra vez más se ha producido el mismo resultado una persona, un pensamiento, un programa, una firmeza en los compromisos y, sobre todo, un buen equipo en cada una de sus vertientes para que cada uno de los compromisos se cumpla.

Y con lo siguiente termino, por ahora diciendo que no sé si es o no políticamente correcto presentarme así, pero lo único que he querido transmitir es la realidad de mi personalidad, desde la humilde verdad de quien la puede demostrar.